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¿Qué es el animismo?

otas El animismo atribuye un alma a todos los elementos de la naturaleza  (una planta, un mineral, un animal). Hay cuatro elementos fundamentales que componen la naturaleza: el agua, la tierra, el aire y el fuego. Segun el animismo estos elementos están controlados por un ser supremo, pero existen también dioses intermediarios que tienen funciones más específicas y que a menudo están asociados a uno de esos elementos. El animismo puede entonces considerarse como una relación triangular entre la naturaleza, los seres humanos y lo sagrado.

El animismo africano más que una concepción religiosa, teológica o espiritual, es una verdadera filosofía. No se celebra en una iglesia ni obedece a dogmas o leyes escritas sino que se vive. Explica a su manera los misterios de la vida y de la muerte, sirve como lazo de unión entre los individuos y estrecha las relaciones dentro de la comunidad. La concepción animista explica que ambos, el individuo y la comunidad, están íntimamente unidos, de forma que el individuo hace a la comunidad y a su vez la comunidad hace al individuo.

En Africa se tiene la creencia de que las enfermedades son la consecuencia de relaciones tensas dentro de la comunidad. La enfermedad es un signo de que algo va mal en las relaciones entre las personas. La reconciliación de los individuos se convierte entonces en un ritual indispensable para la curación de la enfermedad. El pecado y la falta tienen también un aspecto comunitario y por eso a los africanos les gustan las reconciliaciones y las confesiones comunitarias. La curación debe ser siempre la de la persona en su conjunto, tanto física como espiritualmente y también la de la comunidad.

Así pues la importancia que se otorga a las relaciones comunitarias es un aspecto fundamental de la espiritualidad, es la clave de la antropología africana. La sociedad africana está basada en la solidaridad y la cooperación entre los hombres, de ahí la importancia de la vida, de la familia, de los parientes aunque sean lejanos, del clan y de la solidaridad tribal.

La existencia humana no puede ser posible para un individuo solo. Es la idea de las comunidades religiosas, de la comunión con dios y con el prójimo. Los ritos de iniciación son las principales manifestaciones de esta comunión entre el individuo, lo sagrado y la comunidad ya que la comunidad es testigo de cada etapa de la vida y de los cambios en las diferentes edades.

El animismo africano es una doctrina fundamentalmente monoteísta. Dios, el creador, el señor de los espíritus, el ser supremo, es eterno. Se manifiesta por si mismo y él sólo ha creado el mundo. El dios de los africanos es inaccesible al lenguaje de los hombres: es un dios que se adora en silencio.

Lo sagrado sólo es accesible a determinadas personas, los intermediarios, que se encargan de hacer de nexo de unión con los hombres. Los antepasados del pueblo de la familia son intermediarios de excepción. En la cosmogonía africana, los vivos y los muertos tienen su sitio en este mundo y los antepasados forman parte todavía de la comunidad, al menos mientras permanecen en la memoria de la familia para comunicar con los muertos.

El animismo atribuye ciertos poderes a los iniciados, babalawos, marabús, hechiceros, etc, que pueden interceder a su favor ante los espíritus. Sin embargo cada individuo puede crear lazos con lo invisible y los espíritus a través de objetos, estatuas, fetiches, etc. El espíritu no es necesariamente una divinidad y puede ser un concepto como la fecundidad.

El animismo está omnipresente en las sociedades africanas, incluso en aquellas que han seguido las corrientes religiosas tradicionales. Es el testimonio de nuestra humildad frente a la naturaleza y a todos los seres vivos que comparten nuestro cosmos. Es la esencia de nuestras culturas y la expresión de nuestro respeto por lo sagrado y lo divino.