De toda la isla de Cuba pero también viene desde el extranjero para cumplir una promesa o venerarlo Babalú Ayé, algunos caminan hasta el santuario con una piedra a rastro, también acostados de espaldas, otros caminan descalzos o con flores y velas.
Todos se dirigen para el Santuario Nacional de San Lázaro en El Rincón a depositar sus ofrendas en Babalú Ayé.
Los fieles piden salud por ellos y sus familias y todo tipo de otras protecciones. Miles de fieles con inigualable fervor en una multitud impresionante que se reúnen para coincidir en el santuario.
Es también normal verlos en los cochecitos conocidos popularmente como arañas desplazarse en grupos de hasta 20 para cumplir su cometido, llegar al Rincón e ir a la fuente en busca de agua bendita, llevársela al padre de la iglesia para que la bendiga. No se sorprende de ver jinetes con sus caballos a bendecirlos y limpiar a sus bestias para librar de todo mal.